38 Aniversario CVC Xola

Agradecidos por el amor y la fidelidad de nuestro Dios, celebramos este fin de semana nuestro 38 aniversario, con el lema: “FORTALECIDOS POR EL SEÑOR”. Tuvimos la gran bendición de recibir el mensaje a través de nuestro invitado especial el pastor Eduardo Elmasian, quien en cada una de las ocasiones nos ministró la Palabra que Dios le dio, con toda unción y gracia.

Tal como nos anuncio desde el primer día, el mensaje que nos trajo de parte de Dios fueron respuestas a muchas preguntas que pueden surgir, en medio de los tiempos que estamos viviendo. En cada una de las cuatro ministraciones el Señor nos fortaleció.

El viernes por la noche fuimos animados a buscar una mayor comunión con Dios, una mayor dependencia de él y a conocerle más, en medio de estos tiempos que vivimos. El dolor nos sensibiliza para mirar el sufrimiento de otros y nos lleva a buscar más de Dios, renovando nuestra fe. Más allá de pensar en, ¿cómo entramos en esta crisis? Dios nos está llamando a crecer al enfrentarla con una total confianza en él, su poder y su autoridad. Por ello debemos buscarle y conocerle más, como lo hicieron sus discípulos al llamarlo y buscarlo en medio de la tormenta (Marcos 4).

El sábado por la mañana, nos habló de la actitud de Nicodemo (Juan 3), quien buscó a Jesús, manifestó su necesidad de él y escuchó lo que le dijo; esto permitió que se transformara su corazón. Nos enseñó, que como servidores, debemos tener un mensaje de formación para las personas y animarlas a convertirse en discípulos, entendiendo que esto solo se puede dar a través de una verdadera relación con su Espíritu.

Por la tarde, nos habló de David (1ª Samuel 20) y de cómo frente a las adversidades podemos al igual que él, hacernos la misma pregunta: ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Perdiendo de vista que es a través del quebrantamiento que el Señor trabaja con nosotros, para quitar lo que le estorba para que podamos hacer la obra para la cual nos ha llamado. Dios busca quebrantar el orgullo en nuestros corazones, para hacernos aptos para bendecir a otros.

El domingo, como cierre de nuestra celebración, la Palabra que Dios nos ministró fue llamándonos a ser adoradores en espíritu y verdad (Juan 4:23), porque esos adoradores, busca él y de ellos se agrada. Es a través de la adoración que se rompen cadenas, pues se manifiesta el poder de Dios, lo sobrenatural.

Al finalizar cada prédica, el Espíritu del Señor obró en nuestros corazones, se manifestó trayendo palabras proféticas a través del pastor Elmasian y ministró a cada uno, quebrantando y sanando corazones; trayendo libertad y ánimo, fuimos grandemente. . . ¡FORTALECIDOS EN EL SEÑOR!